La importancia de los lácteos en verano

La importancia de los lácteos en verano

Con la llegada del verano, el calor, el sol y las vacaciones solemos descuidar nuestra dieta. Es primordial que durante esta época del año también mantengamos una dieta sana, con una buena hidratación y centrados además en la recuperación de vitaminas y minerales que perdemos en la sudoración. Consumir leche y otros productos lácteos durante el verano es la mejor manera de mantener la dieta saludable durante estos meses..

Razones para consumir lácteos en verano

La leche y los productos lácteos son unos alimentos muy completos que nos aportan, a través de una sola toma, parte de los nutrientes que nuestro cuerpo necesita cada día. Las razones para tomarlas son:

  1. Hidratación. Debido a la alta sudoración durante la época estival, perdemos gran cantidad de agua del cuerpo, además de muchas sales minerales necesarias para nuestras actividades rutinarias. Gracias a la leche suplimos los líquidos, así como una gran fuente de vitaminas y minerales como el calcio o el magnesio que hemos perdido.
  2. Un bronceado más sano. La leche y sus derivados como el queso, la mantequilla o los yogures, contienen dos vitaminas fundamentales para el bronceado: la vitamina D y la E. La primera protege la piel y facilita la absorción del calcio por los huesos, y la segunda, la vitamina E, favorece la capacidad regenerativa de la piel, ayudándonos a conservar el moreno durante más tiempo en esta temporada.
  3. Mantener la línea. Los lácteos son alimentos con una alta concentración de calcio y proteínas, que tienen un efecto saciante y que ayudan a evitar el picoteo entre horas.
  4. Conciliar el sueño. El calor nocturno impide a muchas personas conciliar el sueño. Un vaso de leche antes de acostarse es un remedio casero que ayuda a dormir y que está al alcance de todos. La leche y los productos lácteos contienen triptófano, un aminoácido esencial que promueve la liberación de la serotonina y que ayuda a regular el sueño.

El verano y el calor supone un reto para nuestro cuerpo. Por ello, es necesario que nos mantengamos bien hidratados y nutridos. Un consumo diario de 2 a 4 raciones de productos lácteos al día nos aporta los nutrientes necesarios para tener una dieta equilibrada, saludable y enérgica.