Tarta de queso con Oreo

Tarta de queso con Oreo

¿Quién puede resistirse a la combinación perfecta de la suavidad del queso crema y la irresistible indulgencia de las galletas Oreo? Esta Tarta de Queso con Oreo es un auténtico paraíso para los amantes de los postres. Con su base crujiente de galletas Oreo trituradas y su relleno suave y cremoso de queso, esta receta se convertirá en uno de tus postres favoritos. Ya sea para una celebración especial o simplemente para darte un capricho, sigue nuestra receta paso a paso y descubre cómo crear esta deliciosa tarta que hará que tus papilas gustativas se vuelvan locas. ¡Prepárate para un viaje culinario lleno de sabor y textura!

Ingredientes

Para la base:

20 galletas Oreo
70 gr Mantequilla sin sal
Molde redondo desmontable de 20 cm x 4 cm de alto
Papel de hornear

Para el relleno:

600 gr queso crema tipo Philadelphia
400 ml de nata para montar
120 gr azúcar glas
½ cucharada de esencia de vainilla
4 hojas de gelatina

Elaboración:

Para comenzar la elaboración, empezamos a prepara la base de la tarta. Para ello, separamos el relleno de las galletas y lo reservamos. Tritura la galleta sin el relleno en una batidora hasta que quede molida. Mientras, en un cazo derrite la mantequilla hasta que esté líquida y mézclalo con la galleta.

Una vez bien integrado, lo colocamos sobre el molde desmoldable y previamente con papel de horno. Presionamos bien y lo extendemos sobre toda la base, eso evitará que la mezcla se pierda por la base. Una vez realizado este paso, pon la base a enfriar en la nevera mientras preparas la mezcla.

Para la mezcla, previamente dejamos hidratar las hojas de gelatina durante al menos 7 min. En un vol batimos el queso crema, la nata, el relleno de la galleta oreo reservada, la esencia de vainilla y el azúcar glas. Esta mezcla tiene que quedar cremosa y sin grumos.

Por otro lado, escurrimos la gelatina y la ponemos en un recipiente amplio. La derretimos al baño maría o en un microondas a media potencia. La añadimos posteriormente a la mezcla anterior de manera progresiva e integrando todos los ingredientes.

Finalizando la receta, vertemos el resultado sobre la base y la extendemos de manera homogénea. La introducimos en la nevera hasta que esta esté cuajada. Para decorarla, puedes reservar parte de la galleta que dejaste para la base molida (sin mezclar con la mantequilla) para espolvoreársela por encima.