06 Jun Endivias con salsa de queso
El plato de hoy es un entrante maravilloso que tiene como protagonista a las endivias, perfecto para cualquier ocasión y comensal. Su elaboración es muy sencilla, además de saludable y deliciosa. Desde que empezamos a preparar la receta hasta que la servimos solo pasarán, aproximadamente, 15 minutos. Una duración muy razonable en los tiempos de prisas en los que vivimos hoy en día; porque no hace falta estar mucho tiempo cocinando para comer sano.
Ingredientes
- Endivias
- 3 lonchas de salmón ahumado
- 250 g de queso de Burgos
- Aceite de oliva
- Cebollino
- Semillas de sésamo
- Nueces.
Preparación
La preparación solo consta de unos rápidos y sencillos pasos:
- Antes de consumir las endivias, lo primero que deberemos hacer será, para reducir su amargor, pasarlas por el agua del grifo y , posteriormente, secarlas con papel de cocina. Después, se corta la base del troncho. (También se puede consumir la endivia entera sin problema si quiere aprovecharla al máximo).
- Tras haber preparado las hortalizas, batimos el queso junto con el salmón, el aceite y las hierbas picadas, hasta conseguir una crema con textura.
- A continuación, separamos las hojas de las endivias y, seguidamente, las rellenamos con la crema que previamente hemos preparado.
- Para la presentación final, le echaremos las nueces picadas por encima, las semillas de amapola y el cebollino picado.
- ¡El plato esta listo!
Curiosidades y beneficios de las endivias
El color de las endivias es debido a que se cultivan protegidas del sol. Al no darles el sol la clorofila, característica clave de las plantas para su color verde, no se desarrolla.
Como bien destaca la Fundación Española Del Corazón, esta hortaliza es una importante fuente de fibra, vitaminas y potasio. Un alimento que debería ser incluido más a menudo en las comidas. Gracias al potasio que contiene, recomendado siempre en dietas destinadas a disminuir la tensión arterial, ya que este favorece la diuresis. También se recomienda en dietas destinadas a perder peso, gracias a su alto contenido en agua y su bajo valor calórico.
Es, sin lugar a dudas, una de las principales hortalizas de la dieta mediterránea.